Efectos colaterales de la frustración que puede provocar tener que conformarse con una sola vida:
- Emborracharse, drogarse y vivir la vida al límite.
- Hacer puenting, rafting,bungee jumping o cualquier otra cosa que termine en -ing.
- Dar la vuelta al mundo (esto sólo para ricos)
- Creer en la reencarnación.
- Crear un blog que permita ser protagonistas de muchas otras vidas.
Cabezas de Ajo optó hace años por esta última opción. Lo cual no tiene por qué excluir alguna de las anteriores.



martes, 9 de noviembre de 2010

Edad Pacífica

por María



Rayul aterrizó a escasos metros de la entrada del colegio, bajó del motóptero y al dar dos pasos se topó de frente con Dáyani. Sin pensarlo dos veces se acercó a ella y la besó apasionadamente en la boca y el cuello. Dáyani era nueva, sus madres acababan de mudarse a Madrid. Era la primera vez que se veían, pero sin duda habían notado como los relojes de compatibilidad alojados en sus muñecas se revolucionaban al cruzarse. Oportunidades así no debían desaprovecharse.

Igkasi miró el motóptero con infinita envidia mientras le decía a su amigo Inbow:
̶ ¡Qué suerte tiene! A mí mis padres no me dejan su motóptero ni locos.
̶ Ya ves. Ojalá pudiera yo comprarme uno así. Mientras tanto no me queda otra que venir en coche.
̶ Yo cojo la línea ultrasónica en la parada de Felipe VI y bajo en Neptuno. Pero si tuviera un motóptero no vendría en transporte público.
̶ Bueno, no te quejes, ni que vinieras en metro.
Igkasi río divertido las ocurrencias de Inbow y entraron en el aula de educación terciaria. Apretaron el botoncito verde y el ordenador incorporado a sus pupitres se encendió. Mientras se cargaba el software de la clase de historia Igkasi mandó un mensaje a su novia a través del vital. Hace unos meses que Igkasi visitó con Inbow el Museo Nacional de telefonía móvil. No podían creer que esos aparatos fueran los precedentes del vital.
̶ Mi padre me ha contado historias de su bisabuelo ̶ dijo Inbow. Por lo visto se hacían fotografías con los teléfonos móviles y se las enviaban. Has oído bien, ¡¡Fotografías!!!!
Sin duda lo que más les impactó fue la urna del “IPhone4”. Era el ejemplar más antiguo que se conservaba, databa del año 2010. Igkasi lo miraba absorto, una y otra vez. ̶ Ojala pudiéramos tocarlo, ¡qué pasada!


La pantalla del ordenador les indicó que la clase de historia iba a comenzar. La imagen del profesor Takesi se proyectó delante de cada pupitre y empezó la explicación. El profesor Takesi no sólo tenía un amplio dominio de la Historia Universal, sino que además sabía transmitir a sus alumnos el placer del conocimiento. Les hacía pensar, reflexionar y valorar el momento actual en el que se encontraban. A lo largo de los años, los estudiosos habían dividido la Historia en distintos periodos. Hace ya unas cuantas clases que habían comenzado a debatir la Edad Contemporánea, cuyo punto de inicio situaban en la época de la Revolución Francesa, mientras que los expertos colocaban su fin a principios del siglo XXII. Atrás quedaron las fantásticas discusiones que mantuvieron alumnos y profesor acerca de la Edad Antigua, Media y Moderna.
̶ ¿Qué pudo ocurrir profesor Takesi ? ̶ interrumpió Inbow.
̶ Parece que nunca lo sabremos Inbow, quizá sea el secreto mejor guardado de la Historia ̶̶ respondió el maestro ̶ . En cualquier caso creo que eso fue lo que pretendieron.
– ¿Por qué iban querer ocultar el pasado a las generaciones futuras? – intervino Rayul.
– Lo cierto es que no se sabe. Hay múltiples teorías. Hasta el año 2040 tenemos suficiente documentación para saber qué sucedía en todo el planeta, pero a partir de esa fecha hasta finales del siglo XXI hay un vacío de información. En mi opinión un vacío intencionado.
– Debió de pasar algo horrible…– apuntó Igkasi. Quizá una bomba nuclear los mató a todos, o a casi todos.
– No parece probable – le rebatió el profesor Takesi. Piensa que hoy en día el planeta está tan poblado o más que a principios del siglo XXI; si casi todos hubieran desaparecido hubiera sido imposible reproducirse tan rápido en este tiempo transcurrido. Mi opinión es otra. Sólo hay que bucear en los vitales para ver lo que ocurría a mediados del siglo XXI. El mundo era un caos. Guerras, hambre, violencia gratuita, extorsiones, contaminación, crisis absoluta de valores…supongo que llegó un momento en el que vieron que todo iba a acabarse. Cuesta imaginarse qué pudo suceder, pero sin duda algo grave ocurrió. Y quizá surgió una especie de conciencia colectiva que decidió cambiar el mundo.
– Y… ¿Por qué motivo ocultarían lo que ocurrió? – preguntó Inbow.
– Por vergüenza. Prefirieron dejarnos en herencia un tremendo silencio antes que mostrarnos el mundo que habían creado.
– Es una teoría bonita –sentenció Igkasi. Te hace creer en el ser humano.
– Y no sólo eso. La Edad Pacífica en la que nos encontramos desde principios del siglo XXII es tal y cómo la conocemos gracias a ese vacío en el tiempo. Pudimos empezar de cero. Y sin necesidad de bombas nucleares Igkasi – le dijo el profesor Takesi guiñándole un ojo. Pero al fin y al cabo sólo es una teoría de tantas.
– Daría lo que fuera por saber qué pasó – dijo Rayul.
– La Historia es así Rayul. Necesitamos perspectiva para verlo todo e incluso a veces hay misterios indescifrables. Hace muchos siglos pensaban que la Tierra era el centro del Universo y luego supieron que sólo era uno de tantos planetas que giraba alrededor del Sol. Lo que hoy nos parece obvio costó la vida a muchas personas. Por ejemplo a comienzos del siglo XXI se preguntaban si había vida en otros planetas y hoy nos resulta casi imposible que pudieran dudarlo. Perspectiva amigos. Sea lo que sea aquello que ocurrió seguimos aquí y eso es lo importante, ¿no?

La clase terminó tras unas horas de jugoso diálogo. El profesor Takesi les mandó escribir una poesía sobre lo que pudo ocurrir desde el año 2040 hasta el 2100.

Rayul despegó su motóptero. Inbow arrancó su coche e Igkasi cogió la línea ultrasónica. Deseaban llegar a casa cuanto antes para hacer la poesía y sorprender al día siguiente al profesor Takesi.